Lipoescultura

La Lipoescultura o Lipoaspiración consiste en la extracción de tejido adiposo mediante pequeñas cánulas que se introducen por mínimas incisiones. 
Existen diversas técnicas para lograr el mismo objetivo, que es la reducción controlada del número de células adiposas de un sector determinado. 
Esta técnica puede ser aplicada en diversas regiones del cuerpo como abdomen, caderas, cara interna y externa de muslos, rodillas, espalda, brazos y cuello. 
La cirugía puede ser realizada con anestesia local y sedación, o con anestesia general. 
Deben utilizarse medias de compresión o faja elástica durante 1 a 2 semanas.
En el posoperatorio es frecuente la aparición de hematomas y edema que se tratan mediante medicación específica y tratamiento localizado. En esta cirugía es fundamental el tratamiento posoperatorio para lograr óptimos resultados, el mismo consiste en drenaje linfático manual, distintos tipos de ultrasonidos y radiofrecuencias.
En los últimos años la introducción de instrumentales más pequeños dieron al cirujano mayor control y precisión para lograr mejores resultados . Los avances en las técnicas anestésicas y los cuidados postoperatorios han aumentado el rango de pacientes que se benefician con la liposucción. 
Este recurso quirúrgico no es un método para adelgazar, sino que el objetivo es remodelar áreas corporales que producen un desequilibrio estético. Por lo tanto, se realiza en todos los pacientes que presentan grasa localmente acumulada, contra la cual no ha podido ni la dieta, ni la actividad física.
La Lipoescultura no corrige la Celulitis aunque en determinados casos puede mejorarla. El tratamiento de esta patología debe ser encarado en forma multidisciplinaria para lograr resultados efectivos (ver medicina estética).